No tener enemigos
Casi al final de la misa el sacerdote preguntó:
– ¿Cuántos de ustedes han perdonado a sus enemigos?
El 80% levantó la mano.
El sacerdote volvió a repetir su pregunta. Todos respondieron esta vez, excepto una pequeña viejita.
– Señora Neely ¿No está dispuesta a perdonar a sus enemigos?
– Yo no tengo enemigos -respondió dulcemente.
– Sra. Neely, eso es muy raro ¿Cuántos años tiene?
– 98 -respondió.
La congregación se levantó y la aplaudió.
– Oh… señora Neely ¿Puede pasar al frente y decirnos como se puede vivir 98 años sin tener enemigos?
La dulce viejita pasa al frente, se dirige a la congregación y dice:
– Porque ya todos esos hijos de puta se murieron.
No hay comentarios