El voto de silencio
En un convento de monjes trapenses (que tienen voto de silencio y sólo podían decir una frase cada 10 años), al cabo de 10 años desde su entrada, un monje dice:
– Comida fría.
Transcurren de nuevo otros 10 años y el monje dice:
– Cama dura.
Esta vez pasan 5 años y el monje se va de la hermandad. Uno de sus compañeros en ese momento dice:
– ¡No me extraña! ¡Todo el día quejándose…!
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