El tío Bob
Es sábado por la mañana… Bob acaba de salir del trabajo, para jugar una partida de golf, y cae en la cuenta de que no ha llamado a su mujer para decirle que el técnico de la lavadora pasará a eso de las 12:00.
Así es que vuelve a su despacho y llama a casa.
– ¿Hola? – dice una voz de niña pequeña.
– Hola, cariño, soy papá – dice Bob – ¿Está mamá cerca del teléfono?
– No, papi. Está arriba, en el dormitorio, con el tío Frank.
Tras una breve pausa, Bob le dice:
– ¡Pero tú no tienes ningún Tío Frank, cariño!
– ¡Sí que lo tengo, y está arriba en el dormitorio con mami!
– De acuerdo…, entonces…, esto es lo que quiero que hagas: deja el teléfono, corre escaleras arriba y llama a la puerta del dormitorio y grítales a mamá y al Tío Frank que mi coche acaba de llegar a la puerta de casa.
– ¡Vale, papi!
Unos minutos más tarde, la niña vuelve al teléfono.
– Ya hice lo que me dijiste, papi.
– ¿Y qué pasó?
– Bueno, mamá saltó de la cama sin ropa y se puso a correr chillando, se resbaló con la alfombra y salió despedida por la ventana delantera y ahora está muerta.
– ¡Oh, Dios mío!… ¿Y qué ha pasado con el tío Frank?
– Él también saltó de la cama sin ropa y tenía mucho miedo y saltó por la ventana trasera, a la piscina, pero debió olvidar que la semana pasada quitaste el agua para limpiarla, así es que se ha golpeado con el fondo de la piscina y también está muerto.
Hay una pausa larga, y entonces, Bob dice:
– ¿¿¿¿¿Piscina????? ¡¡¡ NOSOTROS NO TENEMOS PISCINA !!!
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