Una ancianita va a consultar al Doctor para que la ayude a revivir el apetito sexual de su marido:
Una ancianita va a consultar al Doctor para que la ayude a revivir el apetito sexual de su marido:
– El Doctor le dice: ¿Qué tal si probamos con «Duroval»?
– No hay caso Doctooorrr….Mi marido no toma ni aspirinas aunque se esté muriendo del dolor de cabeza.- No hay problema señora, échele la pastilla en el café o la gaseosa sin que se de cuenta y verá!! Regrese en una semana para que me cuente como le fue.
A la semana vuelve la ancianita donde el Doctor y le comenta:
– ¡Ay, Doctor!….¡FUE HORRIBLE!…¡HORRIIIIIBLEEE!, eso del «Duroval!
– ¿Pero qué pasó?, ¿siguió mis instrucciones al pie de la letra?
– Sí, Doctor estabamos comiendo y le eché la pastilla en la gaseosa sin que se diera cuenta y el efecto fue, pero de inmediato….Tiró al piso todo lo que estaba sobre la mesa, me arraaaancó toda la ropa, me tiró sobre la mesa, me arrastro de caballito por debajo de las sillas, me hizo el helicoptero, el remolino, la carretilla, el 69, el 112,8, el tirabuzón en Fin ! me hizo el amor como nunca.¡ Pero FUE HORRIBLE, DOCTOR!…¡HORRIBLE!.
– Pero por qué mi Doña?…¿Acaso fue malo el sexo?
– No, Doctor…fue el mejor sexo que hemos tenido en 50 años, pero dígame Usted Doctor, ¿Con qué cara regreso a comer a McDonald si todo el mundo me vio…
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