Un hombre se sienta en un tren frente a una voluptuosa rubia, que lleva una pequeña minifalda puesta Y …
Un hombre se sienta en un tren frente a una voluptuosa rubia, que lleva una pequeña minifalda puesta.
Aunque quiso, no fue capaz de retirar su mirada de los bonitos muslos, y como no era de esperar, se da cuenta de que la chica anda sin ropa interior.
La rubia se da cuenta de que él la mira ahí, y le dice:
– Me estas mirando la vagina, ¿verdad?.
– Si, Disculpa -responde sonrojado el hombre, tras quitar su mirada-.
– Está bien, no te preocupes. -responde la mujer- ¿Sabes?, es muy talentosa, mira esto, voy a hacer que mi vagina te tire un beso.
La chica sube un poco más la falda para que el hombre tenga una vista completa y despejada. Acto seguido, increíblemente, la vagina contrae sus labios y le tira un beso con sonido incluido.
El hombre, totalmente asombrado, pregunta:
– ¿Qué otra cosa puede hacer?.
– Puedo también hacer que te guiñe, como cerrar un ojo.
Y dicho y hecho; el hombre mira asombrado como la vagina le guiña y da un par de pestañazos.
El hombre no podía creer semejante expresión de raro talento.
– Ven y siéntate al lado mío -sugiere la mujer, ya excitada-.
El hombre , ni corto ni perezoso, se sienta a su lado. La rubia le pregunta sugestivamente:
– ¿Quieres meter un par de dedos por ahí?.
Paralizado de asombro, el hombre responde:
-¡NO ME JODAS! ¡No me digas que también silba la hija de puta!.
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