Llega un cuate con el pie enyesado y otro le dice:
…Llega un cuate con el pie enyesado y otro le dice:
¿Qué te pasó, mano?
Es que estaba jugando fútbol y me cambiaron la pelota por una de fierro.
Hijole mano, ¿cómo te ha de haber dolido?
Hombre, el pie es lo de menos, hubieras visto como quedó el que remató de cabeza.
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