A las 3.00 de la madrugada, suena el timbre de la casa; abre la puerta el dueño y …
A las 3.00 de la madrugada, suena el timbre de la casa; abre la puerta el dueño y al abrir se encuentra con un completo desconocido y borracho diciéndole:
– ¿Buenag nocheggg Señog, por bavor, bodría bajar ambuujarme un poco, verá ej que… ?
El señor le interrumpe indignado:
– ¿Pero «tustastontookeeee» No me toques los cojones tontolabaaa, pero… ¿como te atreves a llamar a esta hora?. ¿Sabes que dentro de tres horas me tengo que levantar, eh?
!Así que, deja de molestar y búscate la vida….hostias!
El borracho se disculpa y se va obediente y cabizbajo.
El dueño de la casa regresa a su cuarto, se queda insomne y empieza a sentir un poco de remordimiento de conciencia y piensa:
– «¿Y si me hubiera pasado a mí? ¿Si mi coche se quedara tirado en medio de la madrugada y nadie me ayudara a empujarle? Sabe Dios lo lejos que estará ese tío de su casa… Aunque lo mejor es que no conduzca en su estado…
Joder… venga, hay que ser solidario».
Total, que decide salir a buscar al borracho. Abre la puerta y ya no había nadie, mira hacia el parque de enfrente medio a oscuras, y grita:
– ¿¿Ehh!!…..Dónde está el que necesita que le empujeeeeeennn??… … …
Y en eso, se oye a lo lejos al borracho decir:
– Aquiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!… En los golumpioooossss!!!
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