La pulga resfriada
Una pulga toda bronceada, estaba tomando sol en la playa, cuando se acerca una pulga amiga toda muerta de frío.
– ¿Qué te ha pasado, por qué vienes muerta de frío?
– Te cuento: Como quería venir a la playa, me subí en el bigote de un motociclista, venía a 200 kms./h., y me hizo pasar un frío terrible.
– ¡Pero tienes que hacer como yo! Te escondes en el baño de mujeres, y cuando entre una, te subes a su ropa
interior, te acomodas y viajarás calentita y segura
todo el tiempo.
El fin de semana siguiente, se vuelven a encontrar las pulguitas en la playa:
– Una pulga toda bronceada y la otra muerta de frío:
– ¿No hiciste lo que te recomendé?
– Claro que sí. Me fui al baño de mujeres, una joven se bajó la ropa interior. Me subí, me acomodé como tú dijiste y como me sentí calentita me quedé dormida.
– ¿Y entonces que te pasó?
– No sé, cuando me desperté, estaba otra vez en el bigote del motociclista viajando a 200 kms./h…
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