…Era un hombre tan viejo, pero tan viejo que vio el arcoiris en blanco y negro.
…Habìa un niño tan peludo pero tan peludo. En ves de pedir limosna pedia tijeras
…Había un hombre limpiando un espejo, y de repente se frena y dice: Lo limpias vos o lo limpio yo.
…Había una vez un cocktail en donde la fresa iba a hacer una fiesta. Entonces, se empezó a publicar la gran fiesta.En eso la fresa empieza a decir a la uva: ¿Vas a ir a mi fiesta? Claro que sí, respondió la uva.Se encontró al mango y le dijo:¿Mango, vas …
…Había una vez un perro salchicha, que estaba tan hambriento, pero tan hambriento que se comió así mismo.
…Era una aceituna tan grande y fantástica, que le clavaron un satélite de comunicaciones y la pusieron en órbita.
…Había una vez un señor tan flojo, tan flojo, que soñó que estaba trabajando y amaneció cansado.
…Había una vez una señora tan gorda, tan gorda, pero tan gorda, que su ángel de la guarda tenía que dormir en otro cuarto.
…Un atlante secuestró a toda una familia, y luego el muy tonto no tenía a quién pedirle rescate.
…En la feria de las flores se reunieron un grupo selecto de personajes de la farándula, para participar como jueces en la competencia más famosa de nombres cortos en el mundo, el ganador de este concurso sería la persona que tuviera el nombre más corto del mundo. Se inicia la …
…Había una vez un gallo tan caballeroso que cuando saludaba a las gallinas, se sacaba la cresta.
…Había una vez una muchacha tan flaca, pero tan flaca, pero ustedes no se pueden imaginar que tan flaca que cuando se bañaba perseguía las gotas.
…Había una mujer tan, tan gorda, que para darle el abrazo de año nuevo tenían que empezar desde septiembre.
…Había una vez una persona tan, tan flaca, que ni siquiera tenía dedo gordo.
…Había una vez un tipo tan, pero tan feo, que cuando nació su mamá no sabía qué escoger; si la placenta o a él.
…Había una vez un niñito que iba caminando por la vereda, y se le acerca un señor y le dice:Oye niño, ¿hace frío en la calle?Y el niño le responde:¡No sé, porque yo venía por la vereda!
…Había una vez una señora que tenía un ataque de risa, y un ataque de risa, y un ataque de risa. Un día la señora se murió e inmediatamente fue traslada para hacerle la autopsia, ¡y no dieron con el chiste!
…Esta era una iglesia que quedaba tan lejos, pero tan lejos, que Dios no alcanzaba a llegar.