Era un hombre tan, pero tan viejo, que cuando Dios dijo: Hagase la luz , el ya debia tres cuotas.
…Era un hombre tan, pero tan viejo, que cuando Dios dijo: «Hágase la luz», él ya debía tres cuotas.
…Era un hombre tan, pero tan viejo, que cuando Dios dijo: «Hágase la luz», él ya debía tres cuotas.
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