Pues esto era un gangoso que quería comprar cadameitos y entra a un kiosco y le dice al quiosquero: – e da una olsa e cadameitos? – No te entiendo, volvé cuando sepas hablar. El gangoso práctica por un año hasta que le sale. Entonces se dirige nuevamente al kiosco: …
Pues resulta que estaba un sacerdote gangoso, con ciertos problemas en el habla… sentado en la mesa a punto de almorzar, cuando de repente entra un hombre asustado gritando: – Padreeee… Padreeeee…. Padree he pecado! El padre asustado también le responde: – No, nnno, he pollo!